El glaciar el Tapado ubicado a 30°08’S, 69°55’W, tiene una superficie de 3.6 km2 y se encuentra en el paso internacional de Aguas Negras, que une las ciudades de La Serena de Chile y San Juan de Argentina.
Relato
Relato
3 de Marzo 2008 : Partí de La Serena a eso de las 08:00 de la mañana. Me fui en el viejo 4x4 Rocky que le "quité " a mi hijo en un tranquilo viaje (la velocidad máxima del Rocky era de 60 km/hrs) y disfrutado hasta Vicuña, donde compré pan amasado caliente con mantequilla, una delicia, me comí unos 4 al hilo.
Me encanta este valle, el Valle del Elqui. Era habitual en mi época de juventud, venir con los amigos en tren a este lugar casi mágico, donde nos bajábamos en cualquier estación y nos íbamos a subir cerros o simplemente a acampar, era casi, una adicción. En especial, me acuerdo, de una vez que con 4 amigos scouts, nos fuimos en el tren nocturno para hacer una travesía desde Las Totoritas hasta Rivadavia ( estación detienes de Rivadavia), pero por detrás de los cerros ( La Campana). En el trayecto, nos pilló una tormenta imprevista y quedamos aislados. Casi nos comimos un chivito que había por ahí (era carnívoro en esa época), pues total era cosa de sobrevivir ( y le pagaríamos el cabrito a su dueño posteriormente), aunque alternativamente confieso, miramos a uno de los amigos que estaba bastante "sanito" y saludable :-) , y ya lo estábamos mirando como con ojos de gato hambriento en una pescadería, pero por suerte nuestra, del chivo, y de nuestro amigo rellenito, llegaron unos montañistas y nos dieron comida.
Llegué a Los Corrales que era el lugar donde tenía que hacer el campamento a las 19:00 hrs a descansar, pues el cambio de altura es muy brusco, en sólo 12 horas hay una diferencia desde el nivel del mar de de 4.000 metros. Afortunadamente el cambio de altura brusca sólo me afectó en forma leve. Se suponía, que antes del llegar a lugar del campamento, me encontraría con el Sr. Guajardo, un arriero, con quien me comuniqué por teléfono una semana previa al viaje y me iba a guiar, pero ni rastros de él, ni de las cabras, después supe que adelantó su viaje, porque las temperaturas bajaron demasiado y le haría mal a sus animales.
Pasé una noche increíble al lado del estero que se forma desde el glaciar. La noche estaba despejada y con luna,! qué mejor! , juro haber visto el resplandor del glaciar con la luz de la luna, o quizás fue el efecto de la altura, quien sabe, sólo recuerdo que lo atesoré como tantos otros lindos recuerdos casi orgásmicos que regala el montañismo a los que las amamos.
El sonido del riachuelo, el viento y la soledad, me hicieron sentir en la gloria, junto a unas ricas sopas bien calientes y el pan amasado que ya estaba arrugado por el frío que comenzó a llegar implacablemente, me fui a la carpa, decidido a subir sólo y al día siguiente, sin aclimatación, pues pasé bastante frío esa noche, debe de haber llegado a los -5ºC.
En el estero donde hice campamento
Me encanta este valle, el Valle del Elqui. Era habitual en mi época de juventud, venir con los amigos en tren a este lugar casi mágico, donde nos bajábamos en cualquier estación y nos íbamos a subir cerros o simplemente a acampar, era casi, una adicción. En especial, me acuerdo, de una vez que con 4 amigos scouts, nos fuimos en el tren nocturno para hacer una travesía desde Las Totoritas hasta Rivadavia ( estación detienes de Rivadavia), pero por detrás de los cerros ( La Campana). En el trayecto, nos pilló una tormenta imprevista y quedamos aislados. Casi nos comimos un chivito que había por ahí (era carnívoro en esa época), pues total era cosa de sobrevivir ( y le pagaríamos el cabrito a su dueño posteriormente), aunque alternativamente confieso, miramos a uno de los amigos que estaba bastante "sanito" y saludable :-) , y ya lo estábamos mirando como con ojos de gato hambriento en una pescadería, pero por suerte nuestra, del chivo, y de nuestro amigo rellenito, llegaron unos montañistas y nos dieron comida.
Llegué a Los Corrales que era el lugar donde tenía que hacer el campamento a las 19:00 hrs a descansar, pues el cambio de altura es muy brusco, en sólo 12 horas hay una diferencia desde el nivel del mar de de 4.000 metros. Afortunadamente el cambio de altura brusca sólo me afectó en forma leve. Se suponía, que antes del llegar a lugar del campamento, me encontraría con el Sr. Guajardo, un arriero, con quien me comuniqué por teléfono una semana previa al viaje y me iba a guiar, pero ni rastros de él, ni de las cabras, después supe que adelantó su viaje, porque las temperaturas bajaron demasiado y le haría mal a sus animales.
Pasé una noche increíble al lado del estero que se forma desde el glaciar. La noche estaba despejada y con luna,! qué mejor! , juro haber visto el resplandor del glaciar con la luz de la luna, o quizás fue el efecto de la altura, quien sabe, sólo recuerdo que lo atesoré como tantos otros lindos recuerdos casi orgásmicos que regala el montañismo a los que las amamos.
El sonido del riachuelo, el viento y la soledad, me hicieron sentir en la gloria, junto a unas ricas sopas bien calientes y el pan amasado que ya estaba arrugado por el frío que comenzó a llegar implacablemente, me fui a la carpa, decidido a subir sólo y al día siguiente, sin aclimatación, pues pasé bastante frío esa noche, debe de haber llegado a los -5ºC.
En el estero donde hice campamento
4 de Marzo 2008:
A las seis de la mañana partí hacia el glaciar, siguiendo las instrucciones que me dio el Sr. Hanshing, un gran montañista de La Serena, que me dio indicaciones de cómo llegar y quien además me mostró fotos del colosal glaciar de hace 30 años atrás, pues queríamos ver la diferencia de tamaño en cuanto a la extensión, ya que queríamos saber cómo lo afectado esto del calentamiento global. Por suerte que no han encontrado algún mineral por estos lados, sino, de seguro lo estarían haciendo tira, al igual que el Glaciar Pascua Lama, que nunca me permitieron ir los de la minera, pues lo quería conocer antes que desapareciera. Qué increíble somos los humanos, como nos estamos auto-destruyendo, pero si por Dios !, ¿no se dan cuenta que los glaciares hacen un efecto de refrigerador de la casa que mantiene la nieve que se acumula en el invierno?, es que acaso ¿ romperías el refrigerador de la casa?....pues, no, pero eso estamos haciendo con los glaciares.
Seguí el estero, y con el amanecer comienzo a ver el imponente glaciar a lo lejos, eso ya justificaba la locura de subir sólo, simplemente, maravilloso. Hay mucho acarreo, en algunos lugares es muy molido y pequeño y en otros, muy grandes, típica morrena producida por el derretimiento de estas tremendas masas de hielo. En general, fue muy cansador, pues además del acarreo, seguí una ruta más segura, pues había que minimizar riesgos, esto de andar sólo en la montaña, si es una locura, hay que hacerla bien, por lo que llevé mucho más que ración de marcha, por cualquier cosa, a pesar de que el día estaba esplendorosamente despejado, pero uno ya sabe como es la montaña. Bien pesada me quedó la mochila.
Llegué a los penitentes a las 13:00 hrs, media hora antes de la hora máxima que me había propuesto, y ahí estuve disfrutando del espectáculo hasta las 14:00 y comencé el viaje de retorno que fue sustancialmente más rápido que la subida, y muy placentero, lo típico de bajar un acarreo, acompañado del ruido de las piedras y los bototos. Llegué al campamento, la carpa estaba sólo empotrada en el suelo, porque salió un viento "atormentado" repentinamente, los típicos cambios de clima de la montaña, que cambia en cosa de segundos.
El camino de vuelta, lo disfruté mucho, disfrutando de la belleza del tranque La Laguna, y llegando a la casa de mis padres en La Serena, con la cara sonriente, y el alma aún a los casi 5.200 metros que alcancé a llegar. Realmente es ! sorprendente! este glaciar que creo, pocos lo conocen. Se los recomiendo a todos los que les guste conocer a estos gigantes de hielo.
Al día siguiente, fui a hablar con un geólogo -glaciólogo de la universidad y me comentó que en efecto este glaciar no ha perdido en demasía su extensión, pero si, y es más preocupante, su grosor, eso es más peligroso, Dios nos salve de lo que se nos viene en no muy largo plazo, el derretimiento de estos hielos del centro y norte de Chile.
Datos para quienes, desee ir :
A las seis de la mañana partí hacia el glaciar, siguiendo las instrucciones que me dio el Sr. Hanshing, un gran montañista de La Serena, que me dio indicaciones de cómo llegar y quien además me mostró fotos del colosal glaciar de hace 30 años atrás, pues queríamos ver la diferencia de tamaño en cuanto a la extensión, ya que queríamos saber cómo lo afectado esto del calentamiento global. Por suerte que no han encontrado algún mineral por estos lados, sino, de seguro lo estarían haciendo tira, al igual que el Glaciar Pascua Lama, que nunca me permitieron ir los de la minera, pues lo quería conocer antes que desapareciera. Qué increíble somos los humanos, como nos estamos auto-destruyendo, pero si por Dios !, ¿no se dan cuenta que los glaciares hacen un efecto de refrigerador de la casa que mantiene la nieve que se acumula en el invierno?, es que acaso ¿ romperías el refrigerador de la casa?....pues, no, pero eso estamos haciendo con los glaciares.
Seguí el estero, y con el amanecer comienzo a ver el imponente glaciar a lo lejos, eso ya justificaba la locura de subir sólo, simplemente, maravilloso. Hay mucho acarreo, en algunos lugares es muy molido y pequeño y en otros, muy grandes, típica morrena producida por el derretimiento de estas tremendas masas de hielo. En general, fue muy cansador, pues además del acarreo, seguí una ruta más segura, pues había que minimizar riesgos, esto de andar sólo en la montaña, si es una locura, hay que hacerla bien, por lo que llevé mucho más que ración de marcha, por cualquier cosa, a pesar de que el día estaba esplendorosamente despejado, pero uno ya sabe como es la montaña. Bien pesada me quedó la mochila.
Llegué a los penitentes a las 13:00 hrs, media hora antes de la hora máxima que me había propuesto, y ahí estuve disfrutando del espectáculo hasta las 14:00 y comencé el viaje de retorno que fue sustancialmente más rápido que la subida, y muy placentero, lo típico de bajar un acarreo, acompañado del ruido de las piedras y los bototos. Llegué al campamento, la carpa estaba sólo empotrada en el suelo, porque salió un viento "atormentado" repentinamente, los típicos cambios de clima de la montaña, que cambia en cosa de segundos.
El camino de vuelta, lo disfruté mucho, disfrutando de la belleza del tranque La Laguna, y llegando a la casa de mis padres en La Serena, con la cara sonriente, y el alma aún a los casi 5.200 metros que alcancé a llegar. Realmente es ! sorprendente! este glaciar que creo, pocos lo conocen. Se los recomiendo a todos los que les guste conocer a estos gigantes de hielo.
Al día siguiente, fui a hablar con un geólogo -glaciólogo de la universidad y me comentó que en efecto este glaciar no ha perdido en demasía su extensión, pero si, y es más preocupante, su grosor, eso es más peligroso, Dios nos salve de lo que se nos viene en no muy largo plazo, el derretimiento de estos hielos del centro y norte de Chile.
Datos para quienes, desee ir :
- No es necesario llevar agua, hay mucha en el estero
- Llevar documentos del auto al día, carne de identidad porque hay que pasar por aduana, mejor si llevan el carne de federados para que no les pongan problemas por tema de seguridad.
- Tener buena condición física para soportar el cambio de altitud repentina, si no hacen aclimatación intermedia y porque el acarreo en la subida es muy cansador.
- Siempre mucho frio, y viento helado, llevar ropa de alta montaña y carpa de alta.
- Ideal, consideren 3 días para disfrutar el entorno
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foto sacada con disparador automático, se me cayó la cocinilla con la sopa...cuando me fui corriendo para la foto.. adios sopa.....cosas de montaña |
